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Feb 12 / 2023

Disclaimer:

No soy preparado académicamente en Literatura. Escribo porque me gusta compartir alguna ideas de cosas valiosas.

2. Esto no es un resumen del libro. Solo comentarios, opiniones, e ideas que considero valioso destacar.

3. Sobre este libro hay mucho más que decir. Las ideas aquí expuestas no necesariamente son las más importantes o rescatables. Simplemente son ideas que resuenan en mi inocente espíritu lector.

Los abismos es una narración escrita en lenguaje sencillo, directo y claro; lo cual aumenta su alcance por tener la capacidad de desarrollar ideas profundas en un lenguaje que casi cualquier persona puede entender. Llama la atención que ubica a sus personajes en época y lugar (Cali, años 80). Llama la atención el nivel de detalles que usa la autora para que hacernos imagen específica de lo que sucede en la historia. Ejemplo: usa marca y modelo de los vehículos. La narración en primera persona por parte de Claudia (hija) hace que el lector conecte fácil y rápido con la historia. Otra cosa es para cuál lado uno como lector toma partido. Lados: Claudia mamá o Claudia hija. En breve se hablará de eso.

Sobre el fondo del texto:

Claudia, la mamá, es una mujer. Suena sencillo, pero no lo es. Y ese es el mensaje principal que me queda de esta novela. Muchas mujeres colombianas y latinoamericanas están representadas en Claudia. Luego que son mamás, se nos olvidan que siguen siendo mujeres. Por el resto de los días las juzgamos, miramos y tratamos como mamás. Nunca nos damos a la tarea de entender que como mujeres tienen sentimientos, miedos, prejuicios, rencores, deseos reprimidos y muchas otras emociones que deben esconder porque no son tan compatibles con la condición de madres (o por lo menos de lo que socialmente se considera una buena madre).

Son muchas las discusiones a las que invita el texto. Resalto dos situaciones a las que la lectura me llevó a reflexionar.

1. Mujeres cuyas decisiones (entre ellas las de relaciones sentimentales) obedece más al qué dirán o a ciertas presiones, que al mismo amor o sentimiento genuino de cariño por otra persona.

Casarse, o simplemente irse con una pareja porque es buen tipo (para efectos de la lectura), o porque es un buen partido, o porque es un escape para un momento difícil en el hogar, supone una decisión que adelante en el tiempo tiene alta probabilidad de un desenlace negativo. En cualquiera de estos casos hay una posición de dificultad de la que se pretende salir por la vía de conformar un hogar con una pareja.

2. Mujeres que vieron cómo su educación superior, y más, su desarrollo profesional, fue puesto en segundo plano (si no olvidado para siempre) como consecuencia de convertirse en madres.

El hogar propio, en este caso la mamá de Claudia mamá no ayudó mucho a que su hija pudiera ir a la universidad. Por el contrario, la instó a conseguir marido. Esto, en definitiva, es más difícil de lo que suena. Vivirlo como Claudia mamá es saber que llevar estar carga por el resto de la vida es un peso que cuesta, es un peso pesado. En particular si la apuesta con el marido (que no se escoge por amor) sale mal.

En ambos casos quiero dejar dos escenarios abiertos en el desenlace con las parejas: que las cosas salgan bien o que salgan mal. A algunas mujeres les pasa que con el tiempo les va bien, pero eso no quita que en su momento no tuvieron una elección libre y atada a sus convicciones. Y eso es injusto (y triste). Cuando las cosas salen mal, todo es mucho peor.

Un gran tema de este libro es sobre la maternidad. Me pregunto: ¿Qué significa ser buena mamá? ¿Qué significa ser mala mamá? Entre Claudia hija y Claudia mamá hay una relación particular. Yo la considero cercana, aunque a veces la lleven “a las patadas”, pero cercana. Es triste, pero parece que Claudia mamá se desquita de su mala devenir siendo dura con Claudia hija. Existe la creencia que la dureza, en algunas ocasiones, ayuda a forjar carácter. Para mí no es claro si el propósito de Claudia mamá es mero desahogo, o si tiene algún objetivo de formación madre e hija, que es perseguido de forma equivocada.

Lo que sí es claro, y a veces no tan obvio, es que las mamás nunca dejan de ser mujeres. Esconder esa realidad es injusto. Es un acto egoísta y genera situaciones dolorosas. Esto es lo que hemos hecho como sociedad por mucho tiempo; al verlo con Claudia es inocultable la gravedad del hecho, porque con nuestra propia madre probablemente nunca hemos auscultado en esta clase de realidades. En ocasiones ha sido mi realidad como hijo.